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Bell. Alex., 57, Pontet, Oxford | 57] Interim L. Titius, qui eo tempore tribunus militum in legione vernacula fuerat, nuntiat eam a legione XXX, quam Q. Cassius legatus simul ducebat, cum ad oppidum +Ilipam+ castra haberet, seditione facta centurionibus aliquot occisis qui signa tolli non patiebantur, discessisse et ad secundam legionem contendisse, quae ad fretum alio itinere ducebatur. Cognita re noctu cum V cohortibus unetvicesimanorum egreditur, mane pervenit +noctu+. Ibi eum diem, ut quid ageretur perspiceret, moratus Carmonem contendit. Hic, cum legio XXX et XXI et cohortes IIII ex V legione totusque convenisset equitatus, audit IIII cohortis a vernaculis oppressas ad Obuculam cum his ad secundam pervenisse legionem omnesque ibi se coniunxisse et M. Thorium Italicensem ducem delegisse… noctu om. E: Naevam Schneider Ilipa es una conjetura debida a Glandorp, ya que los manuscritos dan la lectura Leptim, que es el nombre de dos ciudades del norte de Africa: Leptis M agna y Leptis Minor. | 57. Entretanto, Lucio Ticio, quien a la sazón era tribuno militar en la legión indígena, anuncia que esta legión, mientras se encontraba acampada junto a la ciudadela de Ilipa, tras amotinarse y matar a algunos centuriones que se negaban a dar la orden de marcha, se ha separado de la legión XXX, que también comandaba el legado Quinto Casio, y se ha dirigido al encuentro de la II, que era conducida por otro itinerario hacia el estrecho. Enterado del incidente, Casio sale de noche con cinco cohortes de la XXI legión y por la mañana llega a Neva. Tras quedarse allí todo el día para ver lo que pasaba, se dirige a Carmona. Habiéndose reunido allí la legión XXX, la XXI, cuatro cohortes de la V y toda la caballería, se entera de que cuatro cohortes sorprendidas por los soldados indígenas junto a Obucula se han dirigido con estos al encuentro de la II legión, y que allí se habían unido todos y habían elegido a Tito Torio, ciudadano de Itálica, como comandante. (Trad. de Julio Calonge y Pere J. Quetglas, Gredos) |
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Str. 3, 2, 2 Laserre, Paris, 1966 | 2. Μετὰ δὲ ταύτας Ἰτάλικα καὶ Ἴλιπα ἐπὶ τῷ Βαῖτι, Ἄστιγις δ' ἀπωτέρω καὶ Κάρμων καὶ Ὀβούλκων• ἔτι δὲ ἐν αἷς οἱ Πομπηίου παῖδες κατεπολεμήθησαν, Μοῦνδα καὶ Ἀτέγουα καὶ Οὔρσων καὶ Τοῦκκις καὶ Οὐλία καὶ Αἴγουα• ἅπασαι δ' αὗται Κορδύβης οὐκ ἄπωθεν | 2. Tras estas Italica e Ilipa, a orillas del Betis, y más lejos Astigis, Carmon y Obulcon. Y también aquellas en las que fueron vencidos los hijos de Pompeyo, Munda, Ategua, Urson , Tuccis, Ulia y Arva, todas ellas no lejos de Corduba. |
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Str. 3, 2, 3 Laserre, Paris, 1966 | 3. Παροικεῖται δ’ ὑπὸ πλείστων ὁ Βαῖτις, καὶ ἀναπλεῖται σχεδόν τι ἐπὶ χιλίους καὶ διακοσίους σταδίους ἐκ θαλάττης μέχρι Κορδύβης καὶ τῶν μικρὸν ἐπάνω τόπων. Καὶ δὴ καὶ ἐξείργασται περιττῶς ἥ τε παραποταμία καὶ τὰ ἐν τῷ ποταμῷ νησίδια. Πρόσεστι δὲ καὶ τὸ τῆς ὄψεως τερπνόν, ἄλσεσι καὶ ταῖς ἄλλαις φυτουργίαις ἐκπεπονημένων τῶν χωρίων. Μέχρι μὲν οὖν Ἱσπάλιος ὁλκάσιν ἀξιολόγοις ὁ ἀνάπλους ἐστὶν ἐπὶ σταδίους οὐ πολὺ λείποντας τῶν πεντακοσίων, ἐπὶ δὲ τὰς ἄνω πόλεις μέχρι Ἰλίπας ταῖς ἐλάττοσι, μέχρι δὲ Κορδύβης τοῖς ποταμίοις σκάφεσι, πηκτοῖς μὲν τὰ νῦν, τὸ παλαιὸν δὲ καὶ μονοξύλοις• τὸ δ' ἄνω τὸ ἐπὶ Κασταλῶνος οὐκ ἔστι πλόϊμον• | 3. El Betis, a lo largo de sus orillas, está densamente poblado y es navegable corriente arriba casi mil doscientos estadios desde el mar hasta Corduba y lugares situados un poco más al interior. Y la verdad es que están cultivados con esmero tanto la zona ribereña como los islotes del río. Además ofrecen una agradable vista, porque sus tierras están hermoseadas con bosques y otros cultivos. Así pues, hasta Hispalis la navegación se efectúa en embarcaciones de tamaño considerable, a lo largo de un trecho no muy inferior a quinientos estadios; hasta las ciudades de más arriba hasta Ilipa en barcos más pequeños, y hasta Córduba en lanchas fluviales hechas hoy día con maderos ensamblados, pero que antiguamente se confeccionaban a partir de un solo tronco. El tramo superior hasta Castalon no es ya navegable. (Trad. Mª José Meana y Félix Piñero) |
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Pt. II, 4,10 (Müller 1883-1901) | 10. τὴν δὲ ἔτι ἐνδοτέρω καὶ παρὰ τὴν Λουσιτανίαν Τουρδετανοί, ἐν οἷς πόλεις Κάνακα δ’γο’’ λη’ ... Ἰλλίπα Μεγάλη ζ’ γο λη’ ς’’ Ἵσπαλις ζ' δ' λζ' Lγ'' | 10. Pero la tierra del interior que limita con Lusitania la habitan los Turdetanos, entre los que están las ciudades siguientes: Canaca 4º40 38°00’ ... Illipa magna 7º40 38°10’ Hispalis 7º15 37°50’ |
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Polybius, Historiae, 11, 20, 1 Büttner-Wobst after L. Dindorf, Teubner, 1893 | 20. οἱ μὲν οὖν περὶ τὸν Ἀσδρούβαν, ἁθροίσαντες τὴν στρατιὰν ἐκτῶν πόλεων, ἐν αἷς ἐποιοῦντο τὴν παραχειμασίαν, προῆλθον, καὶ κατεστρατοπέδευσαν οὐ μακρὰν ἀπὸ τῆς πόλεως τῆς προσαγορευομένης Ἰλίπας, βαλόμενοι τὸν χάρακα πρὸς ταῖς ὑπωρείαις, καὶ προθέμενοι πεδία πρὸς ἀγῶνα καὶ μάχηνεὐφυῆ. πλῆθος δὲ πεζῶν μὲν εἶχον εἰς ἑπτὰ μυριάδας, ἱππεῖς δὲ τετρακισχιλίους, θηρία δὲ δυσὶ πλείω τῶν τριάκοντα… | 20. Asdrúbal concentró las tropas cartaginesas desde las ciudades donde pasaban el invierno. Avanzó y acampó en las cercanías de la población llamada Ilipa; mandó excavar un foso al pie de sus montañas. Disponía de una llanura muy favorable para un choque o una batalla campal. Contaba con setenta mil soldados de infantería, cuatro mil jinetes y treinta y dos elefantes… (Trad. de M. Balasch Recort, Gredos) |
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Livio, 35, 1 Flamstead Walters, C. et Seymour Conway | [1] Principio anni quo haec gesta sunt, Sex. Digitius praetor in Hispania citeriore cum ciuitatibus iis quae post profectionem M. Catonis permultae rebellauerant crebra magis quam digna dictu proelia fecit et adeo pleraque aduersa ut uix dimidium militum quam quod acceperat successori tradiderit. nec dubium est quin omnis Hispania sublatura animos fuerit, ni alter praetor P. Cornelius Cn. f. Scipio trans Hiberum multa secunda proelia fecisset, quo terrore non minus quinquaginta oppida ad eum defecerunt. praetor haec gesserat Scipio: idem pro praetore Lusitanos peruastata ulteriore prouincia cum ingenti praeda domum redeuntes in ipso itinere adgressus ab hora tertia diei ad octauam incerto euentu pugnauit, numero militum impar, superior aliis; nam et acie frequenti armatis aduersus longum et impeditum turba pecorum agmen et recenti milite aduersus fessos longo itinere concurrerat. tertia namque uigilia exierant hostes; huic nocturno itineri tres diurnae horae accesserant, nec ulla quiete data laborem uiae proelium exceperat. itaque principio pugnae uigoris aliquid in corporibus animisque fuit, et turbauerant primo Romanos; deinde aequata paulisper pugna est. in hoc discrimine ludos Ioui, si fudisset cecidissetque hostes, praetor uouit. tandem gradum acrius intulere Romani cessitque Lusitanus, deinde prorsus terga dedit; et cum institissent fugientibus uictores, ad duodecim milia hostium sunt caesa, capti quingenti quadraginta, omnes ferme equites, et signa militaria capta centum triginta quattuor; de exercitu Romano septuaginta et tres amissi. pugnatum haud procul Ilipa urbe est: eo uictorem opulentum praeda exercitum P. Cornelius reduxit. ea omnis ante urbem exposita est potestasque dominis suas res cognoscendi facta est; cetera uendenda quaestori data; quod inde refectum est, militi diuisum. | 1. A comienzos del año en que ocurrieron estos hechos Sexto Digirio, pretor en la Hispania Citerior, libró una serie de batallas más numerosas que memorables contra gran cantidad de ciudades que se habían sublevado después de la marcha de Marco Catón. La mayoría de las batallas fueron tan poco afortunadas que entregó a su sucesor apenas la mitad de los soldados que había recibido. Y está fuera de duda que toda Hispania habría tenido ánimos para sublevarse de no ser porque el otro pretor, Publio Cornelio Escipión, hijo de Gneo, libró con éxito muchas batallas al otro lado del Ebro provocando tal pánico que se pasaron a él no menos de cincuenta plazas fortificadas. Estas acciones las llevó a cabo Escipión cuando era pretor. Ya como propretor atacó a los lusitanos cuando marchaban de vuelta a su país con un botín muy cuantioso tras haber devastado la provincia ulterior. Libró un combate de resultado incierto desde la hora tercera hasta la octava; estaba en inferioridad numérica pero llevaba ventaja en otros aspectos, pues combatió con hombres en formación compacta frente a una columna estirada y obstaculizada por el tropel de animales, y con soldados descansados frente a otros agotados por la prolongada marcha. El enemigo, en efecto, había salido al tercer relevo de la guardia, y a la caminata nocturna se había añadido otra de tres horas durante el día, sucediendo el combate a la fatiga de la marcha sin haber tenido ni un instante de reposo. Por consiguiente, al comienzo de la batalla tenían algunas fuerzas físicas y anímicas, y en un principio crearon desconcierto entre los romanos; después, la lucha se fue nivelando gradualmente. En esta comprometida situación el pretor prometió con voto unos juegos a Júpiter si derrotaba y hacia trizas al enemigo. Al fin los romanos pusieron mayor brío en su empuje y los lusitanos cedieron terreno y luego emprendieron una franca huida; los vencedores persiguieron de cerca a los que huían, y resultaron muertos en torno a los doce mil enemigos, cayeron prisioneros quinientos cuarenta, casi todos jinetes, y se capturaron ciento treinta y cuatro enseñas militares. El ejército romano perdió setenta y tres hombres. La batalla se desarrolló no lejos de Ilipa, ciudad a la que regresó Publio Cornelio al frente de su ejército victorioso y cargado de botín. El botín quedó todo expuesto delante de la ciudad, y se ofreció a los propietarios la posibilidad de identificar sus pertenencias; se le entregó al cuestor y lo que quedó para su puesta en venta, y el producto de la misma fue repartido entre los soldados. (Trad.: Villar Vidal, J. A., Gredos) |
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Livio, 28, 12 Flamstead Walters, C. et Seymour Conway | XXVIII, 12 …In Hispania res quadam ex parte eandem fortunam, quadam longe disparem habebant ; eandem quod proelio uicti Carthaginienses duce amisso in ultimam Hispaniae oram usque ad Oceanum compulsi erant, disparem autem quod Hispania non quam Italia modo sed quam ulla pars terrarum bello reparando aptior erat locorum hominumque ingeniis. Itaque ergo prima Romanis inita prouinciarum, quae quidem continentis sint, postrema omnium nostra demum aetate ductu auspicioque Augusti Caesaris perdomita est. Ibi tum Hasdrubal Gisgonis, maximus clarissimusque eo bello secundum Barcinos dux, regressus ab Gadibus rebellandi spe, adiuuante Magone Hamilcaris filio dilectibus per ulteriorem Hispaniam habitis ad quinquaginta milia peditum, quattuor milia et quingentos equites armauit. De equestribus copiis ferme inter auctores conuenit : peditum septuaginta milia quidam adducta ad Silpiam urbem scribunt. Ibi super campos patentes duo duces Poeni ea mente ne detractarent certamen consederunt. Silpiam ΠN: salapiam θ: Ilipam Schweighaueser ad Polyb. ΙΙ. 20. Ι | 28, 12. … En Hispania las cosas corrían una suerte en parte identica y en parte muy diferente. Idéntica, porque los cartagineses, vencidos en batalla y perdido un general, habían sido rechazados a la costa hispana más alejada, junto al Océano; diferente, en cambio, porque Hispania, debido a la naturaleza del terreno y a la manera de ser de los hombres, era más apropiada no ya que Italia, sino que cualquier otra parte del mundo para un relanzamiento de la guerra. Por esa razón, siendo la primera provincia en que penetraron los romanos—de las que pertenecen al continente, claro está—, fue la última de todas en ser sometida, y sólo en nuestra época, bajo el mando y los auspicios de Augusto César. Allí entonces Asdrúbal el de Gisgón, el general más grande y brillante de aquella guerra después de los Barca, regresó de Cádiz con esperanzas de reemprender la acción armada, y con la ayuda de Magón, el hijo de Amílcar, hizo una leva en la Hispania ulterior y armó cerca de cincuenta mil soldados de infantería y cuatro mil quinientos de a caballo. En lo referente a la cifra de jinetes, prácticamente hay acuerdo entre los historiadores; en cuanto a la infantería, algunos escriben que se concentraron cerca de setenta mil hombres en la ciudad de Silpia. Aquí, dominando unas llanuras abiertas, tomaron posiciones los dos generales cartagineses, decididos a no rehuir el combate. (Trad.: Villar Vidal, J. A., Gredos) |
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Str. 3, 5, 9 Laserre, Paris, 1966 | 9. Φησὶ δ' οὖν Σέλευκον τὸν ἀπὸ τῆς Ἐρυθρᾶς θαλάττης καὶ ἀνωμαλίαν τινὰ ἐν τούτοις καὶ ὁμαλότητα λέγειν κατὰ τὰς τῶν ζῳδίων διαφοράς• ἐν μὲν γὰρ τοῖς ἰσημερινοῖς ζῳδίοις τῆς σελήνης οὔσης ὁμαλίζειν τὰ πάθη, ἐν δὲ τοῖς τροπικοῖς ἀνωμαλίαν εἶναι καὶ πλήθει καὶ τάχει, τῶν δ' ἄλλων ἑκάστου κατὰ τοὺς συνεγγισμοὺς εἶναι τὴν ἀναλογίαν. Αὐτὸς δὲ κατὰ τὰς θερινὰς τροπὰς περὶ τὴν πανσέληνόν φησιν ἐν τῷ Ἡρακλείῳ γενόμενος τῷ ἐν Γαδείροις πλείους ἡμέρας μὴ δύνασθαι συνεῖναι τὰς ἐνιαυσίους διαφοράς. Περὶ μέντοι τὴν σύνοδον ἐκείνου τοῦ μηνὸς τηρῆσαι μεγάλην παραλλαγὴν ἐν Ἰλίπᾳ τῆς τοῦ Βαίτιος ἀνακοπῆς παρὰ τὰς ἔμπροσθεν, ἐν αἷς οὐδὲ ἕως ἡμίσους τὰς ὄχθας ἔβρεχε• τότε δ' ὑπερχεῖσθαι τὸ ὕδωρ ὥσθ' ὑδρεύεσθαι τοὺς στρατιώτας αὐτόθι (διέχει δ' Ἰλίπα τῆς θαλάττης περὶ ἑπτακοσίους σταδίους)• τῶν δ' ἐπὶ θαλάττῃ πεδίων καὶ ἐπὶ τριάκοντα σταδίους εἰς βάθος καλυπτομένων ὑπὸ τῆς πλημμυρίδος, ὥστε καὶ νήσους ἀπολαμβάνεσθαι, τὸ τῆς κρηπῖδος ὕψος τῆς τε τοῦ νεὼ τοῦ ἐν τῷ Ἡρακλείῳ καὶ τῆς τοῦ χώματος, ὃ τοῦ λιμένος πρόκειται τοῦ ἐν Γαδείροις, οὐδ' ἐπὶ δέκα πήχεις καλυπτόμενον ἀναμετρῆσαί φησι• κἂν προσθῇ δέ τις τὸ διπλάσιον τούτου κατὰ τὰς γενομένας ποτὲ παραυξήσεις, [οὐδ'] οὕτω παρασχεῖν ἂν τὴν ἔμφασιν, ἣν ἐν τοῖς πεδίοις παρέχεται τὸ μέγεθος τῆς πλημμυρίδος. Τοῦτο μὲν δὴ τὸ πάθος κοινὸν ἱστορεῖται κατὰ πᾶσαν τὴν κύκλῳ παρωκεανῖτιν, τὸ δὲ τοῦ Ἴβηρος ποταμοῦ καινὸν καὶ ἴδιόν φησιν οὗτος• πλημμυρεῖν γὰρ ἔσθ' ὅπου καὶ χωρὶς ὄμβρων καὶ χιόνων, ἐπειδὰν τὰ βόρεια πνεύματα πλεονάσῃ, αἰτίαν δ' εἶναι τὴν λίμνην, δι' ἧς ῥεῖ• συνεκβάλλεσθαι γὰρ τὸ λιμναῖον ὑπὸ τῶν ἀνέμων. | 9. Dice Posidonio que Seleuco, el del Mar Eritreo, refiere la cierta irregularidad y la cierta regularidad de estos fenómenos a las variaciones de los signos del Zodíaco: pues cuando la Luna esta en los signos equinocciales se normalizan las mareas y cuando está en los solsticiales se observa una irregularidad tanto en la extensión como en la rapidez, y en los demás signos la relación depende de su proximidad al equinoccio o al solsticio. Cuenta que habiendo pasado él mismo en el Heraclion de Gadira varios días durante el solsticio de verano en torno al plenilunio, no pudo constatar las variaciones anuales; sin embargo, en torno a la conjunción de aquel mes observó en Ilipa un gran cambio en el reflujo del Betis en relación con los anteriores, en los que ni siquiera cubría la mitad de la altura de sus orillas, mientras que en esa ocasión el agua se desbordaba hasta el punto de poder los soldados coger agua allí mismo (pero Ilipa dista del mar unos setecientos estadios) ; y que a pesar de que las llanuras costeras estaban cubiertas por la pleamar hasta una distancia de treinta estadios hacia el interior, de tal modo que incluso se formaban islas, midió la altura del agua en el basamento del templo de Gadira y en el del dique que protege el puerto y no cubría ni diez codos; y aunque se conceda el doble de esta longitud por las crecidas que se producen de vez en cuando, ni siquiera así presentaría el aspecto que presenta en las llanuras la magnitud de la pleamar. Este fenómeno, según se ha comprobado, es general en todo el contorno del litoral oceánico, pero lo que le ocurre al rio Iber —asegura Posidonio— es extraño y peculiar, porque a veces sube de nivel independientemente de las lluvias y de las nieves cuando cobran intensidad los vientos del Norte, y atribuye la causa a la laguna que atraviesa, pues bajo el ímpetu de los vientos irían a parar a él las aguas lacustres. (Trad. de Meana, Mª J. y Piñero, F., Gredos) |
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Pl. 3, 11 Mayhoff, K., C., Teubner, 1967 | 11. Oppida Hispalensis conventus Celti, Axati, Arua, Canama, Naeva, Ilipa cognomine Ilia, Italica et a laeva Hispal colonia cognomine Romulensis, ex adverso oppidum Osset quod cognominatur Iulia Constantia, Lucurgentum quod Iuli Genius, Orippo, Caura, Siarum, fluvius Maenuba, Baeti et ipse a dextro latere infusus. at inter aestuaria Baetis oppida Nabrissa cognomine Veneria et Colobana, coloniae Hasta quae Regia dicitur et in mediterraneo Asido quae Caesarina. | 11. Ciudades del conventus jurídico Hispalensis son Celti, Axati, Arva, Canama, Naeva, Ilipa de sobrenombre Ilia, Italica y por la izquierda la colonia Hispal de sobrenombre Romulensis, en la orilla opuesta la ciudad de Osset de sobrenombre Iulia Constancia, Lucurgentum Iuli Genius, Orippo, Caura, Siarum, el río Maenuba, que desemboca en el Betis por la derecha. Y entre los estuarios del Betis las ciudades de Nabrissa, de sobrenombre Veneria, y Colobana, las colonias de Hasta, llamada Regia, y en el interior Asido, llamada Caesarina. |
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An. Rav. 314, 17 (Schnetz 1940) | 10 Item iuxta supra scriptam civita- 11 tem Augustam Meritam est civitas que 12 dicitur 13 Pergelana 14 Contributa 15 Lacunis 16 Curica 17 Hilipa 18 Italica. | 10 Igualmente junto a la ciudad antes mencio- 11 nada Augusta Emerita está la ciudad que 12 se llama 13 Pergelana 14 Contributa 15 Lacunis 16 Curica 17 Ilipa 18 Italica. |
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