Toggle Navigation
Mapa Inicial
Login
Contacto
Análisis de las Fuentes Literarias de MVNDA
Ir a Fuentes Destacables
Cita de Autor
Bell. Hisp. 32 Pontet, Oxford, 2005
Texto
[32]… ex fuga hac qui oppidum Mundam sibi constituissent praesidium, nostrique cogebantur necessario eos circumvallare. Ex hostium armis pro caespite cadavera conlocabantur, scuta et pila pro vallo; insuper +occisi et gladio ut mucro est+ capita hominum ordinata ad oppidum conversa universa, hostium timorem… virtutisque insignia proposita viderent et vallo circumcluderentur adversarii. Ita Galli tragulis iaculisque oppidum ex hostium cadaveribus [sunt] circumplexi oppugnare coeperunt. Ex hoc proelio Valerius adulescens Cordubam cum paucis equitibus fugit; Sex. Pompeio, qui Cordubae fuisset, rem gestam refert. Cognito hoc negotio, quos equites secum habuit, quod pecuniae secum habuit eis distribuit et oppidanis dixit se de pace ad Caesarem proficisci et secunda vigilia ab oppido discessit. Cn. Pompeius cum equitibus paucis nonnullisque peditibus ad navale praesidium parte altera Carteiam contendit, quod oppidum abest ab Corduba milia passuum CLXX. Quo cum ad octavum miliarium venisset, P. Caucilius qui castris antea Pompei praepositus esset, eius verbis nuntium mittit eum minus belle habere: ut mitterent lecticam qua in oppidum deferri posset. Lecticariis missis Pompeius Carteiam defertur. Qui illarum partium fautores essent, conveniunt in domum quo erat delatus -qui arbitrati sunt clanculum venisse- ut ab eo quae vellent de bello requirerent. Cum frequentia convenisset, de lectica Pompeius eorum in fidem confugit.
Traducción
32. Consiguieron librarse de esta desbandada los que se refugiaron en Munda, y los nuestros se vieron en la necesidad de tener que rodearlos. De las armas enemigas ***, en lugar de un terraplén se colocaban cadáveres, los escudos y los dardos hacían las veces de empalizada, además se alineaban las cabezas de los muertos clavadas en la punta de las espadas y vueltas hacia la ciudad. Todo esto para incrementar el temor de los enemigos ***, para que vieran los trofeos al valor y quedaran encerrados dentro del vallado. Así, con trágalas y jabalinas [los galos] empezaron el asalto de la plaza, a la que tenían rodeada con los cadáveres de los propios enemigos. Huyendo de este combate consiguió llegar a Córdoba el joven Valerio con unos pocos jinetes y le cuenta lo acaecido a Sexto Pompeyo, que se encontraba en la ciudad. Conocido el desenlace de la batalla, Sexto Pompeyo repartió el dinero que llevaba consigo entre los jinetes que estaban con él y les dijo a los cordobeses que se iba al encuentro de César para hacer un tratado de paz, y en el curso de la segunda vigilia salió de la ciudad. Gneo Pompeyo con unos pocos jinetes y algunos soldados de infantería se dirige al destacamento naval de Carteya, que se encuentra a unas ciento setenta millas de Córdoba. Al llegar al octavo miliario, Publio Caucilio, antiguo comandante del campamento de Pompeyo, envía un mensaje en nombre de este diciendo que Pompeyo no se encontraba demasiado bien y que le enviaran una litera en la que se le pudiese trasladar a la ciudad. Recibido el encargo, Pompeyo es trasladado a Carteya. Sus partidarios se reúnen en la casa a la que le habían llevado; pensaban que había venido a escondidas para responder a sus requerimientos sobre la guerra. Habiéndose reunido un gran gentío, Pompeyo, acostado en la litera, se confió a su protección. (Trad. de J. Calonge y P. J. Quetglas, Gredos)
Documentación Gráfica
Ir a Fuentes Destacbles