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Análisis de las Fuentes Literarias de ITALICA AELIA AVGVSTA
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Cita de Autor
Bell. Alex. 52 Pontet, Oxford, 2005
Texto
[52] Exercitu coacto in unum locum castris ad Cordubam positis pro contione militibus exponit quas res Caesaris iussu gerere deberet, polliceturque eis, cum in Mauretaniam traiecisset, sestertios [centenos] se daturum; quintam fore in Hispania legionem. Ex contione se Cordubam recepit eoque ipso die tempore postmeridiano, cum in basilicam iret, quidam Minucius Silo cliens L. Racili libellum, quasi aliquid ab eo postularet, ut miles ei tradit, deinde post Racilium — nam is latus Cassi tegebat — , quasi responsum peteret, celeriter dato loco cum se insinuasset, sinistra corripit aversum dextraque bis ferit pugione. Clamore sublato fit a coniuratis impetus universis. Munatius Flaccus proximum gladio traicit lictorem; hoc interfecto Q. Cassium legatum vulnerat. Ibi T. Vasius et L. Mercello simili confidentia Flaccum, municipem suum, adiuvant: erant enim omnes Italicenses. Ad ipsum Longinum L. Licinius Squillus involat iacentemque levibus sauciat plagis.
Traducción
52. Concentrado el ejército en un solo lugar y establecido su campamento junto a Córdoba, expone a los soldados reunidos en asamblea la misión que debía llevar a cabo por orden de César y les promete que una vez pasados a Mauritania entregara cien sestercios a cada soldado; la quinta legión se quedará en Hispania. Tras la asamblea vuelve a Córdoba y ese mismo día, por la tarde, mientras se dirigía a la basílica, un tal Minucio Silón, cliente de Lucio Racilio, le entrega un escrito, como haciéndole llegar en cuanto que soldado alguna petición e, inmediatamente, so pretexto de esperar la respuesta, se escurrió raudo por detrás de Racilio con el consentimiento de este (pues Racilio le cubría el costado a Casio) y, sujetando al pretor por detrás con la mano izquierda, con la derecha le asestó dos puñaladas. En medio del griterío que se levantó, se produjo la acometida de todos los conjurados. Munacio Flaco atraviesa con su espada al lictor más cercano; muerto este, hiere al legado Quinto Casio, Entonces Tito Vasio y Lucio Mercelón secundan con parecida audacia a su conciudadano Flaco: pues todos eran de Itálica. Lucio Licinio Esquilo acude raudo hacia el propio Longino, que ya se encontraba tendido en el suelo, y lo hiere levemente. (Trad. de J. Calonge y P. J. Quetglas, Gredos)
Documentación Gráfica
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