| Tipo | Descripción | Salas, Dependencias y Edificios | |
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Forum |
Ubicado en una de las zonas bajas de la ciudad donde eran frecuentes las inundaciones provocadas por el Genil y el arroyo de la Argamasilla, el foro de la colonia se construyó sobre edificaciones domésticas turdetanas. Quedaba erigido así el primer gran programa arquitectónico de la ciudad, una obra que necesitó de una importante tarea de nivelación y adecuación del terreno. De esta manera el corazón político-administrativo de la ciudad se ubicaba en el sureste, con un potente cerramiento o períbolos en su extremo norte que lo aislaba del entorno inmediato y un amplio porticado en π que separaba el área sacra de la mitad sur del conjunto (García-Dils et alii, 2007, 75-78; García-Dils, 2015,197-204). El área sacra estaría compuesta por tres grandes edificios templares, dos menores a los lados de planta quebrada y uno central a cuya espalda se construyó un estanque rectangular con dos escalinatas laterales de acceso. La constatación de una cimentación única para el templo central y la estructura hidráulica evidencia una construcción unifásica del conjunto a mediados del I d.C., conectando los cultos oficiales con el uso del agua como en la capital de la Lusitania. El resto del espacio presenta una pavimentación en caliza micrítica que se extiende hasta el extremo meridional, donde se documentó un porticado triple y un pavimento de mármol, identificando este espacio como la basílica. Finalmente, tras la hipotética basílica se constató un posible espacio de tránsito con un ninfeo con una zona ajardinada que dividiría el ámbito forense del resto de la trama urbana (Felipe, 2006; Felipe y Márquez, 2014). En lo que respecta a los conjuntos monumentales situados a ambos lados del foro colonial, son pocas las evidencias conservadas, del complejo oriental se sabe que tenía una aedes que dominaría el conjunto cuyo centro está en eje con un puteus documentado enfrente de la misma. Por su parte el complejo occidental parece tener una porticus que articula el acceso entre este conjunto y el foro municipal, un espacio que estaba presidido por un templo orientado hacia el oeste delante del cual se extendía una plaza pavimentada con caliza y un puteus en eje con la cella al igual que en el complejo oriental (Sáez et alii, 2005; Buzón, 2009; 2011, 106-128; García-Dils, 2015, 247-258). Las evidencias materiales, epigráficas, escultóricas y constructivas muestran una compleja realidad arqueológica en la cual, solo el forum coloniae ha aportado datos significativos relacionados con sus fases pero que al contrastarse con los trabajos de Felipe Colodrero (2006; 2008; 2011; 2012; 2013) y Márquez Moreno (2001-2002) permiten ampliar la lectura a todo el espacio circundante de manera que se puedan conciliar, con algunas reservas, los registros de los tres conjuntos. El primer impulso constructivo se fecha a principios de época augustea, momentos en los que los trabajos se orientan a la preparación del terreno y la construcción de los primeros edificios de arquitectura y materiales con clara influencia itálica, reflejo del origen de los veteranos desmovilizados que conformaron la primera aristocracia o élite municipal. Durante el período julio-claudio se deberían finalizar todas aquellas obras que monumentalizaron la colonia, un momento en el que destacan los modelos post-augusteos con la importación de los nuevos mármoles y el uso de contrastes cromáticos que dejaban atrás las líneas claras y sin tanto volumen de la tardorrepública. La segunda etapa está fechada en época flavia, aunque los análisis de la decoración arquitectónica lo retrasan hasta época adrianea, momento en el cual se produce un impulso monumentalizador de todo el entorno del foro, se construye el muro perimetral, se pavimentan las calles aledañas, se instala la cloaca de la vía que linda al norte con el forum coloniae y se produce el empleo masivo de mármol en el conjunto; un conjunto de factores que definen este momento como el de máxima actividad constructiva en la ciudad. Entre finales del II d.C. y principios del III d.C. se producen una serie de obras que remodelan gran parte de los espacios porticados como la porticus Munantianae y la basílica, se trata de una fase que ha sido identificada tanto en las piezas arquitectónicas conservadas como en la epigrafía, pese a esta actividad, ambos registros parecen apuntar a los momentos finales de la arquitectura pública en la capital, una etapa orientada principalmente a la reforma y el mantenimiento de las infraestructuras que se extenderá hasta finales del siglo III, dando paso ya a partir del IV al definitivo abandono y amortización de estos espacios (Márquez, 2001-2002; Felipe, 2013; García-Dils, 2015, 238-240) |
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Ludi Scaenici |
En palabras de I. Carrasco y A. Jiménez (2008, 8), [..] Del teatro romano de Écija nada se sabe; y aunque no hay evidencias epigráficas o arqueológicas, todos asumimos su existencia. Sobre éste se baraja una nueva ubicación, rechazando así las que se proponían anteriormente , a partir del análisis de la trama urbana actual y a ciertas evidencias documentales, de modo que se situaría en la manzana comprendida entre las calles Comedias, donde actualmente se ubica el Teatro Municipal, Juan de Angulo, y el tramo curvo de la calle Joaquín Francisco Pacheco, manzana de grandes dimensiones y donde abundan nombres alusivos a representaciones teatrales |
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