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Necropolis de SEXI FIRMVM IVLIVM

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Conventus
Ciudad
Síntesis Funeraria
Los datos referidos al ambiente funerario de Sexi Firmun Iulium se caracterizan por ser escasos e inconexos; pese a ello las diferentes intervenciones llevadas a cabo en el municipio indican que los primeros enterramientos romanos que se practicaron lo hicieron en la necrópolis fenicio púnica de Puente de Noy, la cual parece que se mantuvo en uso hasta el siglo I d. C., muy posiblemente empleada por la población de origen semita, mayoritaria en estos momentos en la ciudad, que quiso seguir vinculada al lugar de enterramiento de sus antepasados (Sánchez López, 2012-2013, 233). Durante esta última fase de uso de la necrópolis se practicaron varios enterramientos de incineración (Molina, Ruiz y Huertas, 1982, 154), si bien progresivamente este rito fue sustituido por el de la inhumación conforme el área sepulcral se desplazaba hacia la parte baja de la ladera oriental (Molina, Ruiz y Huertas, 1982, 23-25). La tipología empleada para estos últimos, cuando se pudo determinar, consistió en una fosa simple de planta rectangular con grada interior para acoger la cubierta, donde se pudieron emplear sarcófagos de madera, como en la tumba 4E, o de plomo como en la 5E (Molina y Huertas, 1985, 31-33).
No obstante, parece ser que a lo largo del siglo I d. C., tras la promoción estatuaria de la ciudad a municipium desde la anterior condición de stipendiaria, se produjo un cambio en el modelo de ocupación funeraria a través de la configuración de otra área sepulcral. En este sentido destaca una tumba infantil recuperada en la actual urbanización de Costa Banana, los posibles monumentos turriformes de La Carrera, y los numerosos enterramientos que aparecieron a la salida de la carretera nacional hacia Málaga (Sánchez López, 2012-2013, 233), los cuales fueron destruidos sin documentación (Ruiz y Molina, 1982, 320). La disposición de todos ellos en el plano indican que la necrópolis sexitana de esta época pudo distribuirse a los lo largo de la Vía Augusta, la cual más o menos discurre en paralelo a la N-340 (Sánchez López, 2012-2013, 233).
La tumba infantil de cremación, localizada en la urbanización Costa Banana, en la ladera oeste de la vega del Río Seco, fue depositada directamente en una fosa excavada sobre el sustrato rocoso. La principal particularidad de este enterramiento radica en su depósito ritual, conformado por un pendiente y un destacado conjunto de terracotas entre las que se identifican las figuras de un soldado, un gladiador, un muchacho con saco a la espalda, un moscóforo, y algunos bustos de figuras femeninas (Fig. 8) (Ruiz y Molina, 1982, 321-ss; Molina Fajardo, 2000). Según D. Vaquerizo (2004, 193-ss), este tipo de ajuares asociados a enterramientos infantiles deben ser interpretados como juguetes y/o símbolos de la tierna edad de los difuntos, relacionándose la predominancia de las imágenes femeninas con sepulturas de niñas y su pertenencia al mundus mulieribus.
En cuanto a las estructuras turriformes, las fuentes bibliográficas hablan de la existencia de dos grupos. De ellos, el localizado en la zona de la Carrera estaría enmarcado dentro de una de las áreas suburbanas de la ciudad; mientras que el segundo, representado por los modelos mejor conservados, pertenecería a alguna de las villas que debieron situarse a ambos márgenes del río Verde, el cual debió ser empleado en época antigua como vía de comunicación entre la costa y el interior (Sánchez López, 2011, 234). De las dos estructuras preservadas en la zona de la Carrera, la primera se corresponde con un edificio cuadrangular de unos seis metros de lado, construido mediante grandes muros de sillares asentados sobre una plataforma de lajas de piedra de pequeño tamaño. La segunda de ellas presenta una planta cuadrangular de 4 m de lado y una altura conservada de aproximadamente 3 m (Molina Fajardo, 2000, 192; Burgos, et alii, 2004, 433-434).
Para época tardía se vuelve a observar un cambio en la ubicación de los espacios sepulcrales, a partir de esta fecha se documentan nuevos enterramientos a intramuros, asociados en un caso a una factoría de salazones en el Majuelo (Molina Fajardo, 2000, 179), y en otro bajo el Castillo de San Miguel, consistente en un conjunto de nueve sepulturas integradas en el interior de un recinto de sillares interpretado como un mausoleo familiar (Sánchez López, 2012-2013, 235).
Monumentos
Tipologías Sepulcrales no Monumentales
Ajuares
Enterramientos Singulares
Enterramientos Singulares Nivel II (0)
Escultura Funeraria
Epigrafía Funeraria
Estudios Antropológicos
Cronología de la Necrópolis
Repertorio de Consulta
Documentación Gráfica
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