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Necropolis de ITALICA AELIA AVGVSTA
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Conventus
Ciudad
Síntesis Funeraria
Los trabajos desarrollados desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad han permitido documentar la existencia de tres áreas sepulcrales: la oriental, la septentrional (Alcantarilla) y la meridional (Arroyo del Cernícalo). Las evidencias funerarias de la necrópolis oriental, desarrollada a lo largo de la vía que partía en dirección a Hispalis, resultan de vital importancia de cara al conocimiento del mundo funerario tardío de esta ciudad; sin embargo, entre las múltiples evidencias recuperadas destaca, por su singularidad, una construcción de planta de cruz griega de época altoimperial (Fernández López, 1904, XIII-ss.), interpretada como el mausoleo de algún gran hombre, máxime si se tiene en cuenta la gran cantidad de sepulturas que se documentaron en sus alrededores, junto con otras estructuras de índole monumental (Fernández López, 1904, XXV, XXXVIII-ss.). Concretamente, a 8,20 metros de ella fue posible hallar un edificio semi-hipogeico, con una estructura maciza en el interior de la cámara funeraria interpretada como posible triclinium (Fernández López, 1904, XXXIII), aunque bien pudo tratarse simplemente de la propia sepultura ya que no llegó a excavarse. No obstante, como ya se ha indicado, esta necrópolis será especialmente significativa para momentos bajoimperilaes, cuando su paisaje pase a estar monopolizado por el edificio de tres naves absidiado (Fernández López, 1904, LXIII; García y Bellido, 1979, 120). En su interior pudieron hallarse múltiples sepulturas de inhumación dispuestas en el interior de cajas de ladrillos, o en los casos más suntuosos, en sepulturas de plomo con decoración. Años más tarde, durante la excavación dirigida por A. Canto (1982, 233), se tuvo la oportunidad de volver a exhumar los restos de esta supuesta basílica, si bien, en esta ocasión se planteó la posibilidad de que se tratara de una iglesia martirial, a cuyo alrededor fueron enterrándose el resto de fieles (Canto de Gregorio, 1982, 229). Entre las evidencias sepulcrales individuales más numerosas se encuentran los sarcófagos de plomo, empleados tanto por adultos como por niños (16 ejemplares, ocho de ellos con adornos en las tapas), la gran mayoría lisos, aunque no faltan los que poseían decoración (Fernández López, 1904, XVIII; XXXVI; García y Bellido, 1979, 121-ss). Aunque algunos ejemplares fueron descontextualizados a causa del expolio (Fernández López, 1904, VIII), sabemos que este tipo de contenedores fueron depositados, por norma general, en el interior de cupae structiles. Otros modelos simples datados en época tardía son los sarcófagos de plomo bajo grandes losas de mármol con inscripción (Fernández López, 1904, VIII-IX), a la que le siguen en menor número otros ejemplares como la sepultura bajo cubierta de mosaico correspondiente a la niña Antonia Vetia (Fernández López, 1904, LIX-ss; García y Bellido, 1979, 124; González Parrilla, 2009, 992). Otros modelos menos suntuosos serían las cajas de ladrillos con diferentes variantes en cuanto a su tipo de cubrición (Fernández López, 1904, XLVI, L), enterramientos en nichos superpuestos de ladrillos (Fernández López, 1904, LXI; González Parrilla, 2009, 991), y las sepulturas bajo cubierta de tégulas dispuestas a doble vertiente o en horizontal (Fernández López, 1904, XV, XXXVI, XLV; Luzón Nogué, 1989, 69). Es difícil precisar la ritualidad que fue desplegada en el interior de estas sepulturas, entre otras cuestiones, porque todas ellas no pueden ser fechadas en momentos tardíos, aun así parece que existió una predilección por los elementos de uso personal como los acus crinales, seguido por piezas apotropaicas y amuletos como las conchas de moluscos, las lucernas, los clavos de bronce y las monedas (Fernández López, 1904, XL, LIIV, LVII, LXXXIX, VIII, XVIII, XXXVI; García y Bellido, 1979, 123-ss). Tampoco faltan piezas rituales como vasijas o ungüentarios, aun cuando resultan menos numerosas (Fernández López, 1904, XXXVII, XLIII, XLVI, L). La segunda necrópolis, conocida como de la Alcantarilla, se localiza a la salida septentrional de la ciudad en dirección a Emerita Augusta, próxima a la zona de anfiteatro (Caballos, Marín y Rodríguez, 2001, 125). Entre las tipologías sepulcrales constatadas se encuentran varios enterramientos de incineración del tipo cupae structiles, los cuales aparecen asociados a una estructura escalonada recubierta de opus signinum, similar al ejemplar de Onoba (Luzón Nogué 1999, 111; Caballos Rufino, 1994, 227-ss, Vaquerizo Gil, 2006, 340; Caballos, Marín y Rodríguez, 2001, 125; González Parrilla, 2009, 991). La tercera necrópolis, ubicada en el extremo meridional de la ciudad, es conocida como la del Arroyo del Cernícalo. De aquí proceden las inscripciones funerarias más tempranas de la ciudad, fechadas en momentos tardorrepublicanos (Caballos, Marín y Rodríguez, 2001, 123). Poco se puede extraer de las memorias antiguas sobre el paisaje monumental de esta necrópolis, pese a ello, existen varias estructuras de dudosa interpretación, entre las que se incluyen los restos de un cimentación circular excavada por A.M. Huntington, a fines del siglo XIX. Desde los primeros momentos de su aparición fue interpretada como un estanque perteneciente a una de las villas que parecían jalonar esta salida (González Parrilla 2002b, 492 y 2009, 986), no obstante, para J.M Luzón (1999, 108-ss), las fotografías existentes no dejan lugar a dudas sobre su identificación con un posible túmulo circular, reaprovechado con posterioridad por tumbas tardías. En esta misma situación se encuentran varios edificios de planta cuadrangular, con suelo de mosaicos, excavados en las década de los 40 por F. Collantes, y que en opinión de J.M González (2005, 343) debieron pertenecer a mausoleos o edificio funerarios, ya que en las fotografías parece apreciarse la existencia de tumbas en su interior . Al igual que en la necrópolis oriental, los modelos sepulcrales más simples fueron los sarcófagos de plomo (Oloríz Saavedra, 1987, 26, 2661; León Alonso, 1983, 245), y las cajas de ladrillo bajo cubiertas diversas (Santana Falcó, 1995, 741; León Alonso, 1983, 246; González Parrilla, 2002b, 492). Poco o nada ha sido lo que ha trascendido sobre la configuración de los ajuares de las tumbas excavadas por A. M. Huntington, de hecho apenas se habla de la presencia de algún lacrimatorio y monedas descubiertas en el interior de una de las tumbas, aunque son varios los objetos de vidrio y cerámica completos (donde se incluyen piezas de terra sigillata), que dicen haber sido recuperados en dichas excavaciones (Luzón Nogué, 1999, 105; González Parrilla, 2002b, 492-ss). Algo más reveladoras son las piezas de la campaña de 1992 (Santana Falcó, 1995, 741), entre las que se encuentran objetos de índole supersticioso y ritual. El conjunto de las sepulturas y ajuares recuperados en esas campañas antiguas, otorgan a esta necrópolis una dilatada ocupación que va desde época republicana hasta el siglo V d. C. (González Parrilla, 2002b, 492).
Monumentos
Estructura en planta de cruz griega (posible mausoleo) Monumento semi-hipogeo con posible triclinium Edificio absidiado de tres naves (posible basílica o iglesia martirial) Estructura piramidal escalonada Monumento circular Mausoleos
Tipologías Sepulcrales no Monumentales
Cajas de ladrillos conteniendo sarcófagos de plomo Sarcófagos de plomo Cupae structiles Sepulturas bajo inscripciones de mármol Sepulturas bajo cubiertas de mosaicos Sepulturas bajo cubierta de tégulas a doble vertiente y en horizontal Cajas de ladrillos bajo diversas cubiertas
Ajuares
Para momentos bajoimperiales parece que existió una predilección por los elementos de uso personal como los acus crinales, seguido por piezas apotropaicas y amuletos como las conchas de moluscos, las lucernas, los clavos de bronce y las monedas.
Enterramientos Singulares
Enterramiento tipo cupa
Enterramientos Singulares Nivel II (0)
Escultura Funeraria
Sí posee. En la necrópolis de la Vegueta apareció un torso togado (Fernández López, 1904, XIII). De la de la Alcantarilla procede el retrato de un viejo varón calvo del siglo II d. C., y un torso con chitón y manto de fines del siglo I d. C. (Luzón Nogué, 1999, 111-ss).
Epigrafía Funeraria
Sí posee
Estudios Antropológicos
No existen
Cronología de la Necrópolis
Desde momentos republicanos hasta el siglo V d. C.
Repertorio de Consulta
- Beltrán, J. García, M. A. y Rodríguez, P. (2006), Los sarcófagos romanos de Andalucía, Corpus Signorum Imperii Romani, Murcia. - Caballos Rufino, A. (1994), "Varia funeraria italicense", Habis, 25, 225-245. - Caballos, A.; Marín, J.M. y Rodríguez, J.M. (2001), Itálica arqueológica. Universidad de Sevilla y Junta de Andalucía. Sevilla. - Canto de Gregorio, A. (1982), "Excavaciones en El Pradillo (Itálica, 1974): un barrio tardío", en Itálica (Santiponce, Sevilla). Actas de las primeras jornadas sobre excavaciones arqueológicas en Itálica, EAE 121, Madrid, 227-242. (1985), La epigrafía romana de Itálica. Colección Tesis Doctorales, Universidad Complutense de Madrid. - Engel, A. (1890), "Fouilles executées aux environs de Seville", Revue Archéologique 9, 5-10. - García Bellido, A. (1979), Colonia Aelia Augusta Itálica. Bibliotheca Archaeologica II, Instituto Español de Arqueología, CSIC, Madrid. -Gali Lassaletta, A. (1892), Historia de Itálica. Municipio y Colonia romana. Sevilla. - Fernández López, M. (1904), Excavaciones en Itálica (año 1903). Sevilla. - González Parrilla, J. M.: (2002a), “Un aspecto del cristianismo en Itálica y su plasmación en el registro funerario: las excavaciones de 1903”, Spal 11, 409-417. (2002b), “Archer Milton Huntington y la arqueología italicense de fines del siglo XIX”, Habis, 33, 487-500. (2005), “Francisco Collantes Terán Delorme y las excavaciones en Itálica durante los años 1935 y 1955”, Habis, 35, 333-347. (2009), “Espacios, rituales y monumentos funerarios documentados en la Colonia Aelia Augusta Italica”, IV Encuentro de Arqueología del Suroeste Peninsular, 985-998. - León Alonso, P. (1983), "Calle de santo Domingo", Itálica (Santipoce, Sevilla). Actas de las Primeras Jornadas sobre Excavaciones Arqueológicas en Itálica. Excavaciones Arqueológicas en España, Ministerio de Cultura, Madrid, 243-276. - Luzón Nogué, J.M.: (1989, 4ª ed.), La itálica de Adriano. Arte Hispalense. Exca. Diputación Provincial de Sevilla, Sevilla. (1999), Sevilla la vieja. Un paseo histórico por las ruinas de Itálica. Sevilla. - Oloríz Saavedra, F. (1897), “Estudio de una calavera antigua, perforada por un clavo, encontrada en Itálica”, Boletín de la Real Academia de la Historia, 31, 257-297. - Pellicer Catalán, M. (1999), "Panorama de la arqueología en Itálica", Boletín de la Real Academia Santa Isabel de Hungría, 145-166. - Rodríguez Oliva, (2002), "Talleres locales de urnas cinerarias y de sarcófagos en la provincia Hispania Ulterior Baetica", en D. Vaquerizo (ed.), Espacios y usos funerarios en el occidente romano, Vol. I, Córdoba, 259-312. - Santana Falcó, I. (1995), “El cerro del Cernícalo, la necrópolis paleocristiana de Itálica”, Anuario Arqueológico de Andalucía 1992, Vol. III, 741- 745. - Vaquerizo Gil, D.: (2006), "Sobre la tradición púnica, o los influjos norteafricanos, en algunas manifestaciones arqueológicas del mundo funerario hispano- bético de época pleno-imperial. Una revisión crítica", en D. Vaquerizo y J.F. Murillo (eds.), El concepto de lo provincial en el mundo antiguo. Homenaje a la Profra. Pilar León Alonso, vol. II, Córdoba, 317-364. (2010), Necrópolis urbanas en Baetica. Documenta 15, Universidad de Sevilla e Institut Català d´Arqueología Clàssica, Tarragona.
Documentación Gráfica
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