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Epigrafía de ANTICARIA

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Conventus

Ciudad

Síntesis de Ambiente Epigráfico

Se puede decir que la principal fuente de conocimiento contemporáneo de la ciudad reside en su medio centenar de expresiones epigráficas. Con motivo de la construcción del “Arco de los Gigantes” en 1585, puerta conmemorativa en honor a Felipe II, a la ciudad de Antequera llegaron numerosas inscripciones procedentes de otras ciudades romanas del entorno más próximo. Para la configuración decorativa de dicho arco se decidió que sólo se emplearan aquellas piezas originales bien conservadas y de fácil lectura, optándose por copiar y reproducir en piedra aquellas otras cuyos textos se encontraban mutilados o desgastados, dejando, igualmente, en sus lugares de origen, aquellas piezas que habían sido empleadas como elementos constructivos en edificios históricos. La consecuencia directa de esta reunión masiva de epígrafes fue que con el paso de los años se olvidase el lugar exacto de procedencia de cada una de ellas, fraguándose una enorme confusión, perpetuada incluso por el propio Hubner en su confección del CIL, por la cual gran parte de las inscripciones halladas en el municipio fueron consideradas antikarienses (Atencia Páez, 1980, 81-82).
Al margen de esta vicisitud, entre el conjunto de piezas destaca por su significación el repertorio de inscripciones destinadas al culto imperial (Atencia Páez, 1980, Loza y Romero, 2014-2015, 168-ss). Entre ellas se encuentra un pedestal de estatua con dedicatoria por parte del pontífice provincial de los Césares, Marco Cornelio Próculo, a Livia Genetrix Orbis, esposa de Augusto y madre de Tiberio (CIL II, 2038), emperador que aparece nombrado bajo los epítetos de Príncipe y Protector, en éste último caso, sin que se haya podido precisar si esta característica hacía referencia directa a su género humano, o a la protección que ejerció sobre los antikarienses. No obstante, no sería éste el único pedestal honorífico dedicado por este pontífice, dado que en la ciudad existe una segunda pieza consagrada al emperador Germánico (CIL II, 2039), así como una tercera, en este caso dedicada por el pontífice de los césares Cornelio Basso, posible hermano del primero, en honor al emperador Druso el Menor, hijo de Tiberio (CIL II, 2040). 
Como parte de este programa de dedicaciones honoríficas a la domus imperial, de la ciudad de Antequera proceden también dos pedestales, uno en el que queda reflejada la dedicación al emperador Tiberio de una estatua (CIL II, 2037), y un segundo consagrado al Numini Auguti (CIL II, 2045), a los que se suma una basa dedicada al emperador Cómodo (CIL II 2/5, 751).
Otras piezas relacionadas con el ambiente público serían la inscripción hallada en la Iglesia de Santa María, consistente en un pedestal dedicado al Genius de la ciudad de Anticaria (CIL II 2/5, 742), así como el “pedestal de las Victorias”, que se encontró reutilizado en el cercado medieval musulmán de la villa. En esta basa aún se pueden reconocer hoy día sendas figuras aladas identificadas con la Victoria Augusta (Loza y Romero, 2014-2015, 169).

TIPO DE INSCRIPCIÓN
Honoraria

Votiva

Funeraria

Público-Monumental

Instrumental

Jurídica

Repertorio de Consulta

CIL II, CIL 2/5

Enlace a Bases de Datos

http://db.edcs.eu/epigr/epi_ergebnis.php

Documentación Gráfica

Inscripciones Destacables (0)

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