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Análisis de la Arquitectura Domestica de MVNIGVA: Edilicia Doméstica Destacable
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Código de Ciudad
Número de Registro
Nombre de Edificio
Localización
Munigua
Tipo de Intervención
Fecha de Intervención
Responsable de la Intervención
Fases de Ocupación
Cronología Inicial Publicada
Cronología de Amortización Publicada
Criterios de Datación Utilizados
Materiales Cerámicos
Otros Materiales
Ambientes
Tipo Vivienda
Elementos Decorativos
Descripción Histórico-Arqueológica
Las características de la edilicia doméstica de Munigua encuentran en la Casa 2 uno de los modelos más ilustrativos. Los primeros trabajos arqueológicos efectuados por el Instituto Arqueológico Alemán en el yacimiento se centraron durante la década de 1957 a 1967 en el templo de las terrazas y el mausoleo, únicos monumentos visibles. No será hasta una segunda fase (1967-1997) en que la atención se encauce hacia los barrios residenciales (Schattner, 2009, 27-31). Las primeras informaciones sobre la vivienda que nos ocupa indicaban que se trataba de uno de los edificios más antiguos habitados, ya que parte de la cimentación del foro apoyaba contra este inmueble (Grünhagen y Hauschild, 1979, 284). Aun cuando no se había terminado de excavar completamente el perímetro de la construcción, ya se destacaron como algunos de los elementos más interesantes, los restos de un espacio que debían entenderse como una prensa de aceite (Hauschild y Hausmann, 1991, 331), atestiguando que el edificio estaba dotado con ambientes residenciales, productivos y comerciales. El solar reveló la historia constructiva de la ciudad desde época tardorrepublicana hasta el período medieval. Los primeros vestigios datados pertenecen a un establecimiento industrial que contó con dos fases de vida. A la primera etapa, anterior al siglo I a.C., se adscriben unas canalizaciones circulares, mientras que a la segunda pertenece un taller dotado de varios hornos simples para la fundición de hierro que aluden a la base de la economía de la ciudad (Teichner, 2001a, 339-340). La casa, como tal, se erigió a mediados del siglo I al interior de la muralla, al pie de la colina, en una manzana residencial de forma trapezoidal del sector centro de la ciudad, delimitada por el clivus que ascendía hasta el foro por poniente y el clivus que bajaba hacia las termas por oriente. En el diseño original, la vivienda contó con dos alturas de habitación y el desarrollo de cuatro ambientes diferenciados. El espacio 1 se interpretó como una rampa de acceso al recinto situado por debajo del nivel de circulación de la calle. El sótano (2) se vertebró en torno a cuatro columnas dispuestas de forma cuadrangular y un estanque de opus signinum excavado en el suelo (Teichner, 2001a, 338). En la dependencia 3 se habilitó un taller con una prensa de aceite (torcularium). La cronología de construcción de este espacio varía según los autores, ya que algunos la sitúan en la fase posterior de la vivienda, desde mediados del siglo II hasta finales del siglo III (Schattner, 2003a, 119), mientras que la mayoría de los investigadores abogan por su inserción en el diseño original de época flavia (Hanel, 1989, 217; Teichner, 2001b, 1344-1345). La sala de prensado dispuso de dos espacios a diferente cota. El lado occidental poseía una elevación mayor y debió contar con la prensa, pues se identificaron los encajes para los elementos de sustentación (arbores), así como el pie de prensa (area), que creó un canal circular que ayudaba a derivar el líquido obtenido por presión (Peña Cervantes, 2014, 225). El suelo del espacio sobreelevado contó con un pavimento en opus spicatum donde se aprecian las canalizaciones que desembocaban en la dependencia más oriental, situada a una cota inferior. En este último ambiente se registró un suelo de opus signinum, así como un depósito (lacus) realizado en la misma técnica constructiva, si bien se piensa que pudo existir algún otro contenedor de naturaleza portátil de material cerámico (Schattner, 2003a, 116). La zona baja del torcularium acogió además, en un pozo circular, el sistema de accionamiento de la prensa, un contrapeso cilíndrico, el elemento pétreo fijo (meta) y la pieza móvil, también de piedra (catillus), que conformaban un molino en forma de cilindro para la molturación de la aceituna (Peña Cervantes, 2010, 831-833). La estancia 4 fue interpretada como un espacio habilitado para la venta de la producción oleícola (Teichner, 2001a, 338). Esta propuesta cobra su sentido si se advierte que el valor locativo del inmueble resultó muy elevado dado que la parcela se situaba entre las principales arterias de la ciudad, por lo que presentó un marco incomparable para desarrollar el negocio del aceite. La construcción de la basílica en el área del foro llevó aparejada una reforma integral en la concepción de la vivienda, fechada durante la primera mitad del siglo II y finales del siglo III. Así, la casa amplió su superficie útil en dirección sur, contando desde este momento con un diseño trapezoidal y una extensión de 280 m2 (Teichner, 2001a, 341). Sobre el sótano y el espacio cuadrangular se dispuso un atrio tetrástilo decorado con estucos que contó con un impluvium en opus signinum. Las reformas hacia el sur habilitaron la construcción de diversos ambientes. En este sentido, la habitación 5 se interpretó como un espacio de comercio y almacenaje. Esta nueva ala debió contar también con varias alturas, si se atiende a la interpretación del espacio 6 como caja de escaleras. Las estancias 7 y 8 debieron poseer una funcionalidad netamente residencial. El ambiente 9 fue interpretado como un lugar para el servicio de comidas y bebidas (thermopolium et popina). La dependencia 10 se ha considerado en términos de almacenamiento y despensa. En última instancia, los espacios 11 y 12 se encuadraron tipológicamente con la función de locales para el comercio (tabernae) abiertos a la vía de las termas para optimizar su rendimiento económico (Teichner, 2001a, 338). La vida útil de la vivienda durante esta etapa terminaría de forma abrupta con la caída de los pilares del sótano y la mayoría de los zócalos debido a movimientos sísmicos, apreciables en el resto de los edificios de los barrios residenciales y los edificios públicos de la ciudad (Teichner, 2001a, 342-343). A pesar de los innumerables daños causados por el terremoto, a inicios del siglo IV el ala sur de la vivienda pudo ser nuevamente erigida y habilitada como residencia reaprovechando el sinnúmero de material constructivo disponible tras el seísmo. La mayoría de los accesos se cegaron permaneciendo solo vigente el del antiguo termopolio, mientras que las dependencias adyacentes conformarían en este etapa el núcleo de los espacios de habitación de la casa, llegando a registrase una ocupación hasta el siglo V (Teichner, 2001a, 343-344). El último momento de ocupación del edificio con uso doméstico se produciría entre los siglos V-VIII, avalado por el examen de un hogar y la reparación de algunos muros que pudieron ser datados por la documentación de material cerámico y numismático (Teichner, 2001a, 344). Finalmente, la fase de destrucción y abandono estaría relacionada con la caída del muro perimetral sobre el que se apoyó el área forense. Así se registró una acumulación de más de un metro de espesor de elementos constructivos procedentes de la parte alta de la colina que supusieron la última información disponible para este espacio (Teichner, 2001a, 345).
Observaciones
Repertorio de Consulta del Edificio
- Grünhagen, W. y Hauschild, TH. (1979), “Sucinto informe sobre las excavaciones arqueológicas en Munigua en 1974”, Noticiario Arqueológico Hispano, 6, 281-292. - Hanel, N. (1989), "Römische öl- und weinproduktion auf der iberischen halbinsel am beispiel von Munigua und Milreu". Madrider Mitteilungen, 30, 204-238. - Hauschild, TH. y Hausmann, E. (1991), "Casas romanas en Munigua", Congreso Nacional La casa urbana hisponorromana, 329-335. - Peña Cervantes, Y. (2014), “Bodegas y almazaras en Hispania: estructuras y ámbitos de producción”, Artifices idóneos: artesanos, talleres y manufacturas en Hispania (Bustamante, M. y Bernal, D., Eds.), Mérida, 211-267. - Schattner, T. (2003a), Munigua: Cuarenta años de investigaciones, Junta de Andalucía, Instituto Arqueológico Alemán, Sevilla. (2009), “Theodor Hauschild en Munigua”, Butlletí Arqueològic, V, 25-48. - Teichner, F. (2001a), “Das haus 2”, Mulva IV (Meyer, K., Basas, C. y Teichner, F.), Mainz am Rhein, 337-345. (2001b), “La casa número II de Munigua. Un complejo de producción de aceite en Sierra Morena”, Ex Baetica amphorae, vol. IV, Écija, 1343-1348.
Documentación Gráfica
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