Colum., Res Rust. 3, 3 (ASH, On Agriculture, Vol. I: Books 1-4 Loeb, 1941) |
Interim studiosi agricolationis hoc primum docendi sunt uberrimum esse reditum uinearum. atque, ut omittam ueterem illam felicitatem aruorum, quibus et ante iam Cato Marcus et mox Varro Terentius prodidit singula iugera uinearum sescenas urnas uini praebuisse—id enim maxime adseuerat in primo libro rerum rusticarum Varro—nec una regione prouenire solitum, uerum et in Fauentino agro et in Gallico, qui nunc Piceno contribuitur, his certe temporibus Nomentana regio celeberrima fama est inlustris et praecipue quam possidet Seneca, uir excellentis ingenii atque doctrinae, cuius in praediis uinearum iugera singula culleos octonos reddidisse plerumque conpertum est.
Nam illa uidentur prodigialiter in nostris Caeretanis accidisse, utaliqua uitis apud te excederet uuarum numerum duorum milium, ut apud me octingenae stirpes insitae intra biennium septenos culleos peraequarent, ut primae uineae centenas amphoras iugeratim praeberent, cum prata et pascua et siluae, si centenos sestertios singula iugera efficiant, optime domino consulere uideantur… |
Entretanto, los amantes de la agricultura deben saber en primer lugar que las viñas son extraordinariamente rentables. Y no hace falta traer a colación aquella famosa fertilidad de tierras en las que, según contó hace ya tiempo Catón y luego Marco Varrón, cada yugada de viña producía seiscientas urnas de vino (tal es, en efecto, la afirmación rotunda de Varrón en el libro primero de su Res rustica, rendimiento que no solía darse sólo en una comarca, sino también en el término de Faenza así como en el territorio galo que ahora esta anexionado al Piceno: en nuestros días la región de Nomento goza ciertamente de amplísimo renombre, y en especial la finca propiedad de Séneca, varón de agudeza y conocimientos fuera de lo común, cuyas viñas se ha demostrado que rinden normalmente ocho cullei por yugada.
Y es que lo sucedido en nuestras fincas ceretanas parece cosa de prodigio, a saber: que en las tuyas alguna vid sobrepasara el número de dos mil racimos y que en las mías ochocientas cepas llegaran a producir, dentro de los dos años siguientes a ser injertadas, siete cullei, rindiendo las viñas nuevas a razón de cien ánforas por yugada, mientras que prados, pastizales y bosques parecen favorecer inmejorablemente los intereses del dueño si rinden cien sestercios por yugada. Y en cuanto a los cereales, a buen seguro nos costaría mucho recordar cuándo han rendido al cuatro por uno en la mayor parte de Italia…
(Trad.: J. I. GARCÍA ARMENDÁRIZ, Gredos) |
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