| Tipo | Descripción | |
|---|---|---|
Muralla |
Los restos constructivos más antiguos de Ategua pertenecen a la fortificación iberorromana, que defiende la totalidad de la cima y parte de las laderas. Por el lado suroeste, la muralla, de 0,80 metros de anchura, se encuentra edificada sobre un reborde granítico, complementada por una segunda línea de fortificación situada un centenar de metros más abajo; esta última, que permanece enterrada, fue localizada por Antonio Blanco (1983). Se trata de una obra de más consistencia, 1,70 metros de espesor, construida como la primera, de mampostería de piedra granítica de la zona. La técnica edilicia se basa en el empleo de piedras y lajas irregulares colocadas en hileras horizontales, con relleno del espacio interior mediante piedras y tierra. En las esquinas y en los cimientos se escogieron piedras de mayor tamaño, labradas como sillares. La muralla puede rastrearse en casi la totalidad de su perímetro ibérico gracias a la topografía del terreno, así como a la aparición de afloraciones aisladas de lienzos a lo largo de su trazado. Por el lado oeste, la construcción discurre aproximadamente por la cota 250. En este sector, el de pendiente más pronunciada, es visible un tramo de lienzo de gran espesor realizado con mampuestos de gran tamaño. Por su lado norte la muralla describe una trayectoria en progresivo ascenso, hasta alcanzar su cota máxima al este de 290. Es éste el sector mejor conservado, donde pueden admirarse lienzos de hasta 3 metros de altura en una complicada organización militar de envergadura. |
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