Tipo | Descripción | Salas, Dependencias y Edificios | |
---|---|---|---|
Thermae |
En 1987, en la zona Sur de la ciudad, se excavaron los restos, aún visibles, de lo que parecía ser un conjunto de estructuras monumentales. La excavación permitió confirmar que se trataba de un edificio de grandes proporciones, de dos plantas para adaptarse a la topografía en ladera del sitio, identificado como conjunto termal en la actualidad y que conserva hasta 7 m de altura y cuatro ambientes abovedados (Remesal Rodríguez, 1990). El primer espacio, formado por una habitación absidada, conservaba el lavacrum. En contacto con el muro de cierre, al Este, existió una piscina rectangular que sólo conservaba parte del opus signinum de su suelo y en el que se observa que, al menos, éste fue remodelado dos veces. El lavacrum se encontraba partido en dos. Los sillarejos que constituyeron esta piscina parecen haber sido reutilizados en construir el muro que cierra el ábside. Cuando se construyó este murete aún circulaba el agua, pues se dejó una salida a ésta. Más tarde el espacio comprendido entre este muro y el ábside fue rellenado. En la parte próxima al muro Norte el suelo está rehundido como si se hubiese hundido bajo él parte de un hypocaustum de la habitación absidada. Un muro hecho con piedras reutilizadas, entre ellas una basa de columna, dividía este espacio en dos partes desiguales. La parte norte de esta habitación conservaba aún parte de su cubierta, aunque la bóveda presentaba una gran fractura longitudinal. Junto al muro Norte de esta pieza apareció un capital corintio. La funcionalidad de este espacio no está definida, podría tratarse del tepidarium. El muro que la separa de la siguiente habitación, al Oeste, conserva una altura relativamente alta hasta el punto de que una gola parece ser el arranque de otro tipo de construcción. El tercer espacio, desde el Este, es el único que parece tener comunicación con la galería abovedada que existe al Norte. Podría constituir el acceso a las termas en las que existió alguna puerta en el gran muro Sur de cierre, extremo que por ahora no ha podido ser confirmado. Si se acepta esta interpretación, nos encontraríamos aquí la entrada a las termas y el apodyterium. Por último, el cuarto espacio, el más occidental, contiene la piscina de agua fría o frigidarium. Se conservan dos bancos adosados a los muros longitudinales. El muro que separa este espacio del contiguo al Este, fue saqueado en profundidad, sin duda, en busca del metal de la tubería de salida de la piscina. Esta se encuentra, en parte, a un nivel superior del suelo de modo que para acceder a ella era preciso subir dos escalones para descender después. La bóveda que cubrió este espacio parece ser que fue más alta que la de los otros ambientes, a tenor de las proporciones conservadas en su muro Norte, en el que una hilera de sillares encastrados verticalmente decoran el testero. El edifico continúa hacia el Oeste más allá de los límites de la excavación realizada y por lo tanto no puede definirse con seguridad su estructura. Tardíamente, en una fecha no precisada, pero no anterior a comienzos del siglo IV d. C., el edificio fue utilizado para otros fines. Sobre el suelo del frigidarium se encendió un fuego entre cuyas cenizas han aparecido algunas monedas, entre ellas una del emperador Probo (276-282 d.C.) y otra en mal estado pero que parece pertenecer a algún miembro de la dinastía constantiniana. Con todo, y a pesar del estado general de arrasamiento y de la relativa ausencia de material asociado in situ, de los datos de excavación parece colegirse un momento de monumentalización para la ciudad datable en época Flavia (Remesal et alii, 1997) |
Mostrar Documentación |
Mostrar Salas |